¡Nos casamos!

Muchos de nuestros amigos y familiares llevaban tiempo diciéndonos que para cuándo iba a ser nuestra boda. Sin ir más lejos, en la boda de nuestros amigos Charo y Javi todo el mundo daba por supuesto que seríamos los próximos. No sé si los seremos o alguien se nos adelantará, pero lo que si es cierto es que hemos decidido que vamos a dar ese pasito en nuestra relación. Precisamente para ir contando cómo van los preparativos de la boda, pues hemos abierto este espacio. Lo que tenemos claro por el momento es que nos daremos el SÍ, QUIERO en el 2009... Después de estar mirando posibles fechas hemos decidido que sea el 13 de junio de 2009. Ya os iremos informando.

sábado, 15 de agosto de 2009

CRÓNICA: la última semana de solteros

¡Cómo pasa el tiempo de deprisa! Desde el gran día, ya han transcurrido dos meses. Creo que va siendo hora de que quede por escrito, para no olvidar detalle lo que fue uno de los días más bonitos de nuestras vidas. Aunque no salió todo como lo previsto, el balance final es muy positivo... Mucho más positivo del que hubiéramos nunca imaginado.

Comienzo la crónica con los días previos que fueron muy estresantes, pero ahora viéndolo a lo lejos, incluso fue divertido ese estrés...

La última semana fue de infarto y no faltaron cosas que hacer ni un sólo día. A pesar de llevar casi dos años con preparativos, siempre hay mil cosas que hacer a última hora, y eso que creíamos llevarlo todo muy al día. ¡¡Son tantas cosas que atar!! Yo, Mari Carmen, me había cogido en esa semana los tres días de mudanza que me corresponden según convenio y un día de vacaciones, que sumado al día festivo que fue el 11 de junio, conseguí una semanita libre para llegar tranquila a la boda... O al menos esa era la intención...

Lunes 8 de junio
Ttuve la última prueba del vestido. Ya me quedaba perfecto, y tan sólo tenían que plancharlo. ¡Qué sensación más rara saber que sería probablemente la última vez que me lo pusiese antes del gran día.

Ese día dedicimos dar tabaco a las mujeres... Dos años preparando cosas y habiendo decidido que nada de tabaco para nadie porque nosotros no fumamos, para irse al traste tan sólo una semana antes. Y es que el padrino no estaba conforme con sólo dar las botellitas de vino que se iban a dar a los hombres, y sin previo aviso, el sábado antes de la boda encargó unas cajitas de puritos para los hombres... Y claro, nos parecía muy injusto y discriminatorio dar tabaco a los hombres, pero no a las mujeres. Así que el lunes nos pusimos a mirar como locos sitios donde pudieran tenernos las cajetillas de tabaco para las mujeres antes del sábado... En cada sitio donde entrábamos a preguntar, nos miraban raro... ¿Cómo era posible que el lunes antes de la boda pretendiéramos tener las cajetillas para el sábado con nuestros nombres cuando además, el jueves era fiesta? Buscando por internet, finalmente di con la solución al problema de las cajetillas. Encontré una manera original y fácil de hacerlas...

Por último, antes de subirnos a casa, fuimos a prácticar el baile. Tenía que salir perfecto el sábado.

Martes 9 de junio
Como andábamos contra reloj, lo primero que hicimos fue hacernos con el material para las cajetillas. Tan sólo era necesario unas cartulinas con pliegues y unas cintas. Tras tener el material, había que ir a pagar el viaje. Pagamos y nos dieron la documentación para irnos a Egipto.

Por la tarde, antes de ponernos hacer las cajetillas, la madrina fue a probarse su traje por última vez y ya si que le quedaba impecable. Mientras planchaban el traje de la madrina, nos recorrimos varias imprentas para conseguir que nos imprimieran unas pegatinas para ponerlas en las cajetillas. Tras recoger el traje, nos fuimos al piso a ponernos con las manualidades.

Aunque las cajetillas eran fáciles de hacer, la verdad es que resultaron ser un tanto engorrosas. Sobre todo, teniendo en cuenta que teníamos que hacerlas deprisa porque no el sábado, sino el jueves tenían que estar listas para llevarlas junto con el resto de cosillas a llevar a la finca.

Como se nos hacía tarde y aún teníamos que ir a practicar el baile, decidimos llevarnos tarea a nuestras casas y seguir allí con las cajetillas.

Miércoles 10 de junio
El miércoles por la mañana, yo le dediqué a hacerme algún que otro tratamiento de belleza (depilación y peeling de la espalda) para el gran día. Antes de comer, nos acercamos a las oficinas del catering para pagar la mitad del banquete como estaba estipulado y dar las últimas indicaciones sobre el menú y los invitados.

Por la tarde, tocó ir a pagar las flores de la iglesia... La broma nos salió por 180 euros porque el 13 de junio sólo nos casábamos nosotros.

Después fuimos a preparar la ceremonia con el cura. Como no habría más bodas el sábado, conseguimos convencer al cura para que el coro pudiera cantar más canciones. Cuando reservamos la fecha, nos dijeron que sólo tres canciones para no alargar mucho la cosa y no meternos en la hora de otra boda... Pero al estar solitos ese día (alguna ventaja tendríamos que tener, ¿no?), nos dejó que fueran seis.


Acordamos también que sería misa corta con comunión -para que el coro pudiera cantar una canción más ;-) - y utilizaríamos la fórmula larga para dar el consentimiento. Tendríamos que hablar más, pero era la que nos parecía más bonita. En ese momento, decidimos las lecturas. Costó dar con las lecturas, más que nada porque nada de lo que le proponíamos al cura, le gustaba. Decía que no eran lecturas que hablasen del matrimonio y demás.

Tras terminar la preparación, nos confesó. Era un paso fundamental, sin el cual, no nos podría casar. Estábamos un poco apurados con este tema porque la verdad es que nunca nos habíamos confesado y temíamos decir algo que no le gustara al cura y que no nos casara. Pero fue muy fácil. La primera en entrar fui yo y le confensé que no había confesado desde que tomé la comunión y que no sabía cómo hacer. El cura me dio un librito donde venían preguntas que debía responder. Tras leerlas para mí, le confensé que algunas cosas del librito nos las hacía. El curita lo entendió y me dio el perdón o cómo se llame, jejeje A continuación pasó Gustavo y procedió de la misma forma.

Al salir de la iglesia, hablamos por teléfono con el coro y le comentamos que podían ser seis canciones y no tres como se dijo al principio. Después, nos fuimos a ensayar nuevamente el baile.

Jueves 11 de junio
Este era el día para ultimar cositas en casa de mis padres y por la tarde llevar cosas a la finca. En principio era un día tranquilo ya que era fiesta en la Comunidad de Madrid. A eso de las 17.00 horas, cargamos el coche de Gustavo con todos los trastos: las pashminas para las señoras, el vino para los señores, los puritos y cajetillas de cigarrillos, las tazas con chuches de los niños, los regalos para los padres, unos zapatos de repuesto para mi madre y para mí, medicinas porque en la finca no facilitaban ni una aspirina, unas tijeras para cortar la liga y la corbata, mi ramo de alfileres, una sombrilla para hacernos las fotos, un broche para recoger la cola para el baile, un bolso para guardar los sobres con dinero que nos regalasen... ¡¡Madre mía, por poco casi no coge todo en el coche!!

Al volver de la finca, nos pasamos por Quijorna para ver a mi abuela en la residencia. Después, una vez más, fuimos a practicar nuestro baile.

Viernes 12 de junio
Nada más levantarme, fui de nuevo a hacerme otros de mis tratamientos de belleza para el gran día. El vierners tocaba la hidratación y el rizo de pestaña. Al salir, fui a por mi vestido. Me habría gustado probarme nuevamente mi vestido porque por el estrés de la semana había perdido 1,5 kg, pero la petarda de la de la tienda no lo consintió y me lo llevé sin más a casa.

Al principio no sabíamos donde colocar el vestido porque es muy voluminoso. Además, temíamos que la gata pudiera hacer alguna de las suyas. Al final lo dejamos colgado de la puerta de un armario en el cuarto de estar, extendido, y cerramos la puerta para que no entrara la gata.

Por la tarde fuimos a hace la primera compra para nuestra casita para tener algo que comer cuando nos levantáramos el domingo. Y llevé algo de ropa al piso.

Ya después, tan sólo nos quedaba practicar el baile por última vez. A lo tonto, a lo tonto eran ya casi las 11 cuando bailábamos por última vez en el polígono, nuestro lugar de ensayos.

Al llegar a casa, me hice la pedicura francesa antes de acostarme. Justo antes de dormir, Gus y yo nos escribimos el último mensaje de buenas noches. A partir del día siguiente ya dormiríamos siempre juntos.


Llegados a este punto, he de decir que estuvimos toda la semana sin nervios, muy tranquilos, aunque eso sí, llegamos al viernes muy estresados. ¡¡Demasiadas cosas que cerrar!! Pero en ningún momento nos pusimos nerviosos. No terminábamos de creernos que después de tanto tiempo preparando la boda, ya por fin hubiera llegado el gran día.

Sobre la 1 o así nos acostamos. Gus se tomó un orfidal para poder dormir tranquilamente. Yo no tomé nada y conseguí dormirme enseguida, aunque a media noche me desperté pensando que me había dormido y se me había hecho tarde, jejejeje Me tomé un cuarto de orfidal y me volví a domir enseguida hasta que sonó el despertador a las 8.30 horas...
 
escrito por MCarmen&Gus a las 11:05, |